10 Por eso, cuando vaya, le recordaré las cosas que está haciendo,
criticándonos con palabras llenas de malicia; y como si no fuera bastante,
tampoco recibe a los hermanos, impide a los que desean hacerlo y los
expulsa de la Iglesia.
11 Querido, no imites lo malo, sino lo bueno. El que obra el bien es de
Dios; el que obra el mal no ha visto a Dios.